Os voy a contar un pequeño secreto. Es algo que me acompaña siempre. No puedo ir a ninguna parte sin mi Jolie Rouge Brillant, la nueva barra de labios de Clarins. Y es verdad que, antes de salir de casa, cojo mi barra de labios, me miro en el espejo, y observo atentamente como con un ligero gesto se adapta voluptuosamente a mis labios. ¿Cómo definir esa sensación? Suave, sensual, fiel e irresistible.
Mi color preferido, el rojo deslumbrante, perfecto para cualquier ocasión. Aunque últimamente, estoy apostando por los tonos nude. El color nude respeta la armonía del rostro y realza la belleza natural. Eso sí, por la noche prefiero colores más fuertes, más intensos, más apasionados. Lo mejor de todo es que existen 12 tonalidades de mi barra de labios favorita, desde delicados rosas a rojos ardientes.
Y siempre, después de cada tentempié, cuando abro el bolso y saco un pequeño estuche dorado con delicadas curvas, mis amigas se quedan alucinadas. Abro el estuche, cojo mi barra de labios y voilá. Pero no queda ahí la cosa, la sorpresa es mayor cuando antes saco la base de labios, Fixante Lévres, un producto mágico también de Clarins que evita que la barra de labios se corra al mismo tiempo que cuida e hidrata los labios. El resultado es espectacular, maravilloso.
Y por fin, llega la Navidad, cargada de entrañables momentos junto a la familia y amigos más íntimos. Este año, les voy a sorprender con mi pequeño secreto: Jolie Rouge Brillant. Clarins atrae la luz a mis labios, es el corazón de la seducción y de la feminidad con un brillo puro, elegante y refinado…. ¿Te atreves a probarlo?